jueves, 26 de junio de 2008

Fóllame, Greg

Hola,

Anoche me tragué los tres episodios finales de la cuarta temporada de House. Cuatro los emitió cuando yo estaba en Nueva York así que he tenido que recurrir al bendito emule para verlos. Son emocionantes, de echarse a llorar.

Querido Greg: Acabo de ver cómo te freían el cerebro intentando rebuscar pistas en tu memoria. Acabo de ver como te quitabas la máscara de tipo duro y te jugabas la vida en un intento por salvar a esa zorra insaciable que se acuesta con tu mejor amigo. Acabo de ver el streeptease de la doctora Cuddie y, contra lo que pudiera suponerse, tu me has puesto más cachonda que ella (aunque también podríamos probar algo los tres juntos).

Vale que tienes cuarenta y nueve y yo solo venticuatro pero ambos sabemos que, para ti, eso nunca ha supuesto ningún problema. Querido Greg, no pienso andarme con rodeos: Fóllame.


Ya se que te he sido infiel con Tony Soprano, pero después de que se lo cargaran no creo que pueda volver a interponerse entre nosotros. ¿Nancy Botwin (Marie Louise Parker)? Vaaale, también te he puesto los cuernos con ella pero reconoce que está demasiado buena como para no hacerlo. Tú habrías hecho lo mismo. Además, ambos sabemos que ella puede sernos de gran utilidad cuando la vicodina escasee. No hay mejor camello que ella.

¿Que eres un personaje de ficción? ¿Que sólo eres el producto de la perversa mente de unos retorcidos guionistas? Sabes que eso no es del todo cierto, que tu mismo eres el autor de alguna de las músicas que suenan en la serie y que la línea que te separa del Hugh Laurie de carne y hueso suele difuminarse con frecuencia. Y ¡qué coño! si de verdad eres solo la invención de un grupo de guionistas de la Fox, entonces quiero ser Jennifer Jason Leigh en "Última salida, Brooklyn", y que me follen uno detrás de otro. Mis piernas están abiertas.

Besos

Beta

lunes, 23 de junio de 2008

Tarde de domingo rara

Hola,

Hace un calor insoportable y lo único que me apetece es quedarme delante del aire acondicionado o, en su defecto, metida en la bañera. Los domingos siempre son largos y aburridos así que me veo unos cuantos capítulos de Weeds (la segunda temporada es gloriosa). En la tele solo hablan del puto fútbol. La prueba de que el fútbol idiotiza es la imagen de centenares de masoquistas dando botes en la plaza de Colón a las seis de la tarde bajo un sol de cuarenta grados.

Tenía pensado escribir un post sobre el congreso del PP porque he visto a Aznar decir que "no tiene nada de lo que avergonzarse". ¡¡¡Y lo dice con ese pelo!!! Gilipollas, empieza avergonzándote de tu ridículo peinado y de tus pulseritas y luego piensa un poco en la milonga de las armas de destrucción masiva, en lo que nos mentiste tras los atentados del 11-M, en tu ridículo acento hablando inglés... Siento nauseas. Pensaba escribir un post sobre el Congreso del PP porque Esperanza Aguirre dice que ella es un "verso suelto". ¿Será cosa del agua de valencia? Pensaba escribir sobre el PP pero no hay quien escape del fútbol.

Seis de la tarde: Angels Barceló se empeña en arruinar su carrera entrevistando al marido pueblerino de la nieta de Franco. "Conectamos con el hotel de la selección", dicen después de que él haya prometido raparse la cabezasi España gana. Se ve a unos tíos vestidos de rojo subiéndose a un autobús, deduzco que son los futbolistas. El periodista va gritando el nombre de cada uno y lo acompaña de un "podemos".

Manuel Vicent bautizó uno de sus libros con el glorioso título de "No pongas tus sucias manos sobre Mozart". Eso es lo que yo estoy sintiendo. Cada vez que el cretino ese grita "podemos" se me abren la carnes viendo lo que los de Cuatro han hecho con el "Yes We Can" de mi amado Barack. Creo que empiezo a ponerme del lado de Italia a ver si así se calma de una puta vez la erección futbolística en que vive el país. Los futbolistas pasan por delante suyo y no le hacen ni puto caso. "Jódete gilipollas", pienso para mí. "Ahí se va el autobús, camino del Danubio, de un Danubio que no es azul sino rojo", berrea el periodista. ¿Pero es que nadie va a tomar medidas y despedir a ese tipo?

Vuelven a Colón. Han llevado a los de Amaral para que canten una cancioncica. "Echale huevos Eva y canta Tarde de domingo rara", pienso para mí. He aquí la segunda estrofa de la canción:

Dan el mundial en la tele del bar
España vuelve a casa
yo juego al futbolín contigo
sinceramente da lo mismo
¿que importara quien pierde o gana?
si nunca nos jugamos nada.


Al final canta Kamikaze. Ya no quedan héroes, lástima.

Gonzalo Miró entrevista a El Cigala y chupa un poco la polla de sus jefes haciendo publicidad de El País. Yo reacciono enchufando el emule y pirateándome el disco. Yo sí que "Puedo".

Otro periodista hace vudú a un muñeco con apellido italiano. Lo hace delante de la ministra de Educación que, a esas alturas, debe estarse planteando la abolición de la carrera de periodismo. Otro (no se salva ni uno) dice que "el fútbol necesita que gane España". Me temo que eso al fútbol se la suda, lo necesitas tú para seguir pegándote esas vacaciones en Austria, capullo gordinflón.

Tocan el himno y enfocan a los jugadores. Yo creía que los futbolistas estaban buenos pero veo que estaba muy equivocada. Hay uno con el pelito largo sujeto con una cuerda que resulta estomagante y otro con el pelo a lo Bisbal que parece el eslabón perdido. Se salva Casillas. Uno de los cometaristas dice que si alguien "no siente esto es porque no tiene sangre en las venas". Ya se que lo que necesito es una transfusión.

Luego se ponen a jugar y yo me aburro como una mona. Dos horas después siguen ahí. Yo no entiendo demasiado pero pienso que al vejete de rojo le puede dar un infarto en cualquier momento. Al final ganan los españoles y yo me pregunto si, visto lo visto, debo alegrarme.

Besos.

Beta

jueves, 19 de junio de 2008

Cerda asquerosa

"A Linda Lovelace,

Es usted una cerda asquerosa, repugnante, vomitiva, sucia, puerca, inmunda. ¿Le gusta para empezar? No tiene usted moral ni escrúpulos, ni amor ni temor de Dios. Es una pecadora, puesto que no lleva la vida que Dios ordena para sus criaturas. El nos creó a su imagen y semejanza para que amáramos a toda la humanidad, no para que durmiéramos con toda la humanidad. Instituyó el matrimonio a fin de que marido y mujer pudieran disfrutar de la sexualidad para mutuo goce y para engendrar hijos. Le hago un favor diciéndole que es usted una puta degenerada.

El otro día dijo usted en televisión que recibía más de cien cartas diarias, y que nunca había recibido una carta desagradable de nadie, y que todo el mundo está por usted y por su esquema mental. Pues aquí tiene una carta que no es como las demás. Decir que sus películas ayudan al público es una ridiculez. ¿Qué me dice de los débiles mentales, de los perturbados, de los drogados, de los borrachos, de los locos, en fin, de los pervertidos? No me diga usted que después de ver una película como las que usted hace y otras parecidas no les dan ideas de violar, de maltratar o de asesinar a la primera mujer que encuentren a su paso. Eso es lo que deberían hacer con usted -mala mujer-, y así no habría más películas de esas.

Con mucho orgullo M.H.
Haddon Heighs, New Yersey
"

Hola,

La carta aparece en el "Diario íntimo de Linda Lovelace", que me acabo de leer. Es fuertecita aunque no demasiado distinta de alguna que yo misma he recibido. El anonimato envalentona. El otro día un director de cine famoso me contó que a raíz de unas declaraciones en las que tildaba de "imbécil" a la cúpula del PP había recibido cientos de e-mails insultantes en los que le ponían de hijodeputa para arriba. Según me dijo, contestó y tuvo, a su vez, respuesta. Ásí, uno de los que le había puesto a caldo le escribió pidiéndole perdón y diciéndole que "en realidad" él no era asi, que aquel primer mail insultante no había sido más que la consecuencia de "un mal día", se declaraba, además, ferviente admirador de la obra del director en cuestión.

A mí me ha sucedido el caso inverso. Alguien te escribe diciéndote lo guapa que eres y que eres la mejor y si no recibe la respuesta esperada ese "eres la mejor" se convierte primero en "eres una creída", luego en "eres una niña de mamá" y luego en "eres una zorra que no tiene ni puta ida de escribir". Son, no obstante, casos aislados ya que, por lo general los mails que me llegan son favorables.

También he recibido bastantes proposiciones sexuales, pero claro, nada que ver con las de Linda Lovelace, supongo que porque mi garganta no es tan profunda como la suya. Esta es otra carta muy divertida que aparece en su diario:

Querida Linda:

Tengo sesenta y nueve años y a lo largo de mi vida he hecho muchas cosas, entre ellas el sesenta y nueve muchas veces. He visto su película y la considero fantástica. Traté de convencer a mi hija, que tiene treinta y dos y está casada de que fuera a verla pero se negó y pareció muy disgustada al decirle que yo la había visto. A pesar de mi edad estoy en excelente forma. Recorro dos kilómetros a pie cada día y todavía me puedo dar algún placer.

Mi esposa murió hará cinco años y me siento verdaderamente solo. Sería para mí la mayor hazaña de mi vida que usted se ofreciera a chupármela. ¿Lo ha hecho alguna vez con un hombre de mi edad? Estoy seguro de que Dios la premiaría si hiciera una obra tan buena. Escríbame, Linda querida, y déjeme saber qué opina. Antes de jubilarme yo era viajante de artículos de vestir de señora y tenía muchas amistades con gente de la zona este de los Estados Unidos en la época de mis años mozos. Esto ha hecho que conociera a muchísimas personas, de los tipos más diversos, y he estado en infinidad de sitios. También he tomado parte en unas cuantas escenas de tipo sexual y todavía participo de vez en cuando en alguna. No obstante, Linda Lovelace sería el cénit de toda mi vida. Le doy las gracias anticipadas por el caso que pueda hacerme.

H.G.
Boston Massachusetts.


Besos.

Beta

martes, 17 de junio de 2008

Searching Amy Winehouse

Hola,

Estos son los tres libros que tengo sobre la mesilla de noche:

"Historias de la palma de la mano" de Yasunari Kawabata.
"Monjas lesbianas: se rompe el silencio" de Rosemary Crub y Nancy Manahan.
"Diario íntimo de Linda Lovelace" de Linda Lovelace.

El primero es una colección de relatos cortos que me sirven para ir ambientándome ya que existe una remota posibilidad de que pueda irme a Japón a final de año (rezo cada día y cada noche para que esa posibilidad se materialice).

El segundo y el tercero los traje de la boda en la que estuve el sábado. Se casaba una de la productora y todos sus compañeros de trabajo estábamos invitados. Se suponía que iba a ser algo muy fancy así que me puse mis gafas más glamourosas.


Más que una boda era una celebración porque, la boda propiamente dicha tuvo lugar hace casi un mes. Agradezco mucho a los novios que en vez de organizar el típico banquete, en el que te puede caer cualquier pelmazo al lado, montaran un coctail en el que podías moverte libremente. Me lo pasé bastante bien. Estuve charlando con Manuela Velasco (muy accesible), con David Delfín (muy simpático), con un director de cortos que trabaja en "Se lo que hicisteis"(muy tímido) y con una chica del equipo de Almodovar (muy desenvuelta) que acababa de llegar de Lanzarote. Luego caí en manos de un grupo de periodistas sevillanos que eran (¡¡oh sorpresa!!) asiduos de mi blog. Mientras hablábamos empezó a sonar Amy Winehouse y yo comencé a imitarla.  

"They tried to make me go to rehab and I said no, no, no"

Me interrumpieron y traté de defenderme al grito de "canto como el culo pero bebo como nadie". A partir de ahí mis recuerdos comienzan a difuminarse. 

A la salida, junto a un libro de firmas, había una montaña de libros. El novio, de la liga antitabaco, prefirió repartir libros en vez de puros. No se de dónde los habría sacado pero básicamente se trataba de una colección de literatura pornográfica. A mí, por mona, me dejaron llevarme dos ejemplares, el de los testimonios de monjas que además del confesionario han salido del armario y el diario de la protagonista de "Garganta profunda".  

Besos.

Beta

jueves, 12 de junio de 2008

Pelotas

Hola,

Suelo escribir los post de este blog cuando me levanto por las mañanas, antes de irme a la productora, cuando tengo las ideas frescas. Suelen ocurrírseme un poco antes, cuando estoy a medio despertarme, como si se tratase de los posos de algún sueño o de alguna pesadilla que haya tenido por la noche. A veces, abro los ojos con la sensación de que he tenido una idea genial y, minutos después, cuando recobro la consciencia, me doy cuenta de que la idea se ha evaporado o que simplemente no tenía nada de genial.

Hoy he dormido en una cama nueva con una desconocida. Se ha despertado a las siete y media para irse a trabajar. Me ha despertado su radio despertador y me he quedado oyendo las noticias. He escuchado cómo un miembro de un piquete le decía a un furgoneto la siguiente frase: "Como no aparques ahora mismo te voy a meter una patada en los huevos que te voy a arrancar la cabeza de cuajo, no se si me entiendes". Evidentemente el "no se si me entiendes" debía ser porque el piquete era "informativo". A parte de que la frase me parezca más o menos genial no me gustan los matones. Luego me he dado la vuelta y he intentado dormir un poco más. He pensado que en vez de amedrentar a un pobre conductor de furgoneta los piquetes deberían montarse en sus camiones y estamparse contra la sede de la OPEC, pero claro, no hay huevos. Por si acaso algún piquetero valiente me lee aquí va la dirección: Obere Donaustrasse 93, A-1020 Viena, Austria.

Animo y ya que pasáis por Austria tampoco me parecería mal que os estampaseis contra la sala de prensa en la que haya mayor número de periodistas deportivos hablando de fútbol.

Besos.

Beta

domingo, 8 de junio de 2008

Yes We Can

Hola,

Eran las once y media, era domingo y hacía un día soleado que animaba a salir de casa. Cuando Hillary entró en la cocina, Bill leía el New York Times y desayunaba una papilla de plátano con muesli mientras que Chelsea observaba las fotos del Vanity Fair frente a una tostada cubierta con medio dedo de mantequilla de cacahuete. Hillary los miró piadosamente y sentenció: "Nos volvemos a Little Rock". Dicen que cuando estás al borde de la muerte ves pasar la película de tu vida frente a tus ojos, eso mismo sintió Chelsea al ver que toda su vida, todas sus esperanzas, acababan de desvanecerse.

Desde que en 1992 los Clinton se mudaron a Washington a raíz de la elección de Bill como cuadragésimo segundo presidente de los Estados Unidos, Chelsea solo había regresado a la capital de Arkansas en dos ocasiones: la primera con motivo de la graduación de su íntima amiga Barbara y la segunda para sacar de la cárcel al tío Roger tras una de sus muchas detenciones por conducir en estado de embriaguez.


"¡¡Si volvemos a Little Rock -gritó la joven desesperada- terminaremos criando gorrinos!!". Bill levantó la mirada y, aunque no abrió la boca, su cara pareció decir que aquella no era una idea tan desagradable. "Me prometiste que serías la presidenta y que volveríamos a la Casa Blanca -prosiguió Chelsea-. Me prometiste que harías todo lo posible para que yo misma fuera candidata en el 2024, tal y como hizo el presidente Bush con su hijo. Me lo prometiste, me lo prometiste y ahora dices que tenemos que regresar a ese... a ese poblacho, a ese poblacho infecto".

Hillary sintió que le faltaba el aire. Aunque no podía decirse que aquella reacción le hubiese pillado desprevenida la violencia de las palabras de su hija si fue una sorpresa. Sin decir nada se puso a rebuscar en los cajones de la cocina, desesperadamente, hasta que encontró una cajetilla de cigarrillos. Bill y de Chelsea observaron perplejos. El tabaco llevaba más de diez años completamente prohibido en aquella casa y había sido la propia Hillary quien lo había proscrito "en todas sus formas" después de que los medios desvelaran que Bill se había dedicado a juguetear con los habanos que le regalaba la disidencia cubana en el coño de una becaria llamada Levinsky.

Encendió uno de los cigarrillos y le dio una calada infinita. "Los sondeos dijeron que ganaría -balbuceó-. Decían que tendría más de veinte puntos de ventaja. El aparato del partido me prometió que me llevaría hasta la Casa Blanca, que me convertirían en la primera mujer presidenta. Fui yo la que se comió los cuernos y la humillación. Fui yo la que tragó con todo aquello. Merezco ser presidenta ¿Porqué ha tenido que venir el puto negro a joderlo todo? ¿Porqué? ¿Porqué?".


Por esto:



Porque es posible soñar con un mundo mejor.

Besos.

Beta

miércoles, 4 de junio de 2008

Resaca newyorkina

Hola,

Sobre la cama mi maleta abierta sepultada bajo una montaña de ropa sucia, el portátil, la moleskine de Nueva York en la que pensaba escribir cada uno de mis pasos y en la que al final solo apunté algunas direcciones y algunos teléfonos, mi nueva Nikon D60 con sus dos objetivos, un ejemplar de la revista Time con la cara de Obama que me he traído de recuerdo, el iPod con sus auriculares, la guía de NFT que me compré en Strand Bookstore y un ejemplar de "Campo de cebollas" que ha regresado tal y como me lo llevé: sin abrir. También hay, aunque no se ven, unas ganas irrefrenables de volver y un poquito de nostalgia.

Pongo el pie en el aeropuerto de Nueva York y mis ojos se abren y todos mis sentidos se disparan porque quiero absorberlo todo, empaparme de todo sin que nada se me escape. Me monto en un taxi (o en un shuttle) y recorro el trayecto inicíatico hacia Manhattan leyendo cada una de las indicaciones de la autopista, intentando trazar el recorrido en el plano que llevo en mi cabeza. De repente, al borde de la autopista, cerca de las indicaciones de Flushing Meadows aunque no sabría decir dónde exactamente, aparece un cementerio en el que miles de lápidas se hacinan peleando por un metro cuadrado de espacio. Esa es siempre, indefectiblemente, una de mis primeras imágenes de Nueva York.

Esta vez me tocó entrar en la isla por el puente de Queensboro, el mismo que aparece en el cartel de "Manhattan", y solo por ese momento sentí que el viaje había merecido la pena. Luego nos sepultamos en un atasco porque ya se sabe que los puentes de la gran manzana (¿alguien sabe el porqué del apelativo?) son un embudo que siempre termina en un atasco. Algunos de los coches que había a mi alrededor hacían sonar sus claxons mientras otros parecían mucho más resignados a su suerte. Yo, mientras tanto, me dislocaba el cuello mirando hacia arriba buscando dónde acababan los edificios que me rodeaban.


Junto a un paso de cebra hay un carrito de perritos calientes. Me viene a la cabeza "Un café en cualquier esquina" donde un pakistaní con pasado de cantante de éxito en su país se gana la vida empujando uno de esos carritos por Nueva York. Según E.B.White en esta ciudad hay tres tipos de habitantes: los que han nacido aquí y no se sorprenden por nada de lo que suceda en ella, los que entran y salen cada noche de la misma y no tienen tiempo de dejarse sorprender, y los que han convertido Nueva York en un fin en sí mismo y llegan a la ciudad con el deseo de follársela una noche tras otra, de besarla, de morderle las tetas, de hacerla suya. Yo no soy más que una turista pero, sin duda, me gustaría formar parte del tercer grupo.

Unos días más tarde me presentan a Heather. Gana alrededor de dos mil dólares al mes y se deja mil quinientos en el alquiler de un micropiso en el Village. Según ella su profesión es vivir en Nueva York.

Besos.

Beta

lunes, 2 de junio de 2008

Huir

Hola,

Mi madre y mi hermanastro me estaban esperando. No en el aeropuerto sino en el salón de casa. Se habían reunido en cónclave y, sin casi darme tiempo de deshacer la maleta, me hicieron la pregunta: ¿Qué es lo que vas a hacer con tu vida?

Creo que es una pregunta injusta porque creo que tengo derecho a la incertidumbre. Ellos ven mal mis idas y venidas y se ponen como ejemplo sin darse cuenta de que yo no quiero seguir su ejemplo. Me sentí extraña, me sentí ajena. Hay un director de cine a quien adoro, se llama John Cassavetes. El solía decir que entendía el universo como una familia, cuyos miembros deambulan por las calles para terminar regresando a casa. Yo acababa de regresar a casa. Según Casavettes cuando alguien se desvía y olvida el camino de regreso acaba de nacer una película. Sus personajes -decía-, son seres extraviados que han olvidado el camino de regreso a casa, y yo me siento un poco así, como un personaje de Casavettes, que miro a los ojos de mi madre y de mi hermano y no soy capaz de reconocerme.

He vuelto, pero con ganas de huir.


Besos.

Beta